Es un contrato de alquiler de un bien que un cliente firma con la entidad financiera por un periodo de tiempo. Al finalizar ese plazo, el cliente tiene la posibilidad de; adquirir el bien pagando el valor residual, renovar el contrato o devolver el bien. Se recomienda para comprar bienes de inmovilizado con riesgo de obsolescencia.
Se puede financiar el cien por cien del bien. La cuota es un gasto deducible fiscalmente. No es necesario hacer desembolso inicial. Pero los tipos de interés suelen ser elevados.
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