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Toda empresa debe tener en consideración aprovechar las ventajas de los regalos para manifestar el agradecimiento y reconocimiento sobre sus empleados. Generando vínculo y reforzando la cultura corporativa.
Los nuevos estándares empresariales y las nuevas dinámicas de trabajo en un mercado sobresaturado y competitivo, exigen una mayor fortaleza en lo que se refiere a filosofía y cultura corporativa. Dos elementos que sin lugar a duda interfieren en el rendimiento operativo y que deben cuidarse a través de regalos para empleados y metodologías de motivación en puestos de trabajo.
El papel de la comunicación estratégica cobra cada vez más relevancia en nuestro ecosistema colapsado por propuestas de negocio idénticas que basan su oferta de valor en las tendencias y demandas actuales. Y es precisamente en estas cuestiones dónde la cultura corporativa cobra una importante labor dentro de cualquier proyecto.
Uno de los métodos más empleados y efectivos para potenciar la cultura empresarial es a través del ofrecimiento de regalos u obsequios a los trabajadores. Una acción que tiene un impacto enormemente positivo y que no solo afecta a quien lo recibe, sino que también mejora las relaciones del que los da.
Es por eso que toda empresa debe tener en consideración aprovechar las ventajas de los regalos para manifestar el agradecimiento y reconocimiento sobre sus empleados, independientemente del motivo y la época del año.
Regalos corporativos
Actualmente, existen ciertas costumbres en lo referente a los regalos corporativos, siendo la cesta de navidad una de ellas. Sin embargo, los regalos de temporada o de esa índole se llevan ofreciendo durante décadas y se limitan a periodos cortos de tiempo en los que las festividades empañan uno de los efectos prioritarios a la hora de regalar obsequios: generar motivación entre la plantilla.
Para garantizar un mayor impacto entre los trabajadores, es preferible optar por regalos duraderos y personalizados, tratando de ofrecer la posibilidad de que los propios trabajadores exhiban los objetos en sus lugares de trabajo o ámbitos sociales.
Los obsequios pueden ser empleados con multitud de fines. Desde recompensas individuales o colectivas por el cumplimiento y superación de objetivos, hasta obsequios como signo de unidad y agradecimiento por el esfuerzo realizado.
Entre las opciones más destacables para realizar estos regalos de ámbito profesional, podemos encontrar las siguientes:
Agendas corporativas: las agendas personalizadas son un obsequio muy demandado en ámbitos profesionales. Permiten a los empleados recurrir a ellas para labores organizativas y suponen una gran ventaja de merchandising para que las personas recurran a ellas a lo largo del año.
Existen diferentes alternativas, variando estilo, tamaño o calidad en función del detalle y exclusividad que se quiera atribuir al objeto. Siendo muy importante la impresión del logo para que se identifique a la compañía con ella.
Bolsas, mochilas y maletines: las bolsas personalizadas son un regalo habitual en ferias, congresos y eventos. Son una opción económica y sirven principalmente para contener otros elementos corporativos que se entreguen en los diferentes puestos y stands.
Otra opción son las mochilas y maletines. Un regalo versátil y útil gracias a la variedad de posibilidades y estilos. Se pueden regalar tanto a comerciales, directivos o personal administrativo, resultando ser un accesorio polivalente para cualquier área profesional.
Ropa personalizada: la ropa con logos influye en gran medida sobre el sentimiento de pertenencia con la empresa. Cualquier elemento textil con el logo corporativo serigrafiado atribuye compromiso y puede resultar muy valioso en los denominados “Welcome Packs” que realizan muchas organizaciones con la entrada de nuevo personal.
Ya sea a través de camisetas, polos, sudaderas, chalecos o forros polares, estos obsequios ayudan a la creación de imagen de marca y sirven para integrar mejor al equipo. Asimismo, tienen un efecto publicitario cuando las prendas se utilicen fuera del ambiente laboral.
Otros objetos de oficina: las tazas, bolígrafos, memorias usb, calculadoras o alfombrillas de ratón, entre otros muchos, pueden incrementar la visibilidad de una marca en las relaciones con sus clientes.
Estos regalos se van a encontrar en el escritorio de los empleados, lo que aportará homogeneidad y profesionalidad en las labores comerciales con personas ajenas a la organización, transmitiendo imagen, notoriedad y solidez entre los diferentes elementos de la empresa.
¿Por qué se deben hacer regalos a los empleados?
Toda marca o empresa tiene unos atributos que la caracterizan y le otorgan una “forma de ser”, generando sentimientos, experiencias y afinidades con los diferentes consumidores. Ya sea por los valores de marca, sus comunicaciones o la imagen que proyecta en su público objetivo.
Mantener esa coherencia y autenticidad parte precisamente de construir y reforzar los cimientos que los propios trabajadores e integrantes promueven en sus entornos de trabajo y sociales. Generando lo que denominamos cultura corporativa.
Dicho esto, la cultura corporativa puede ser definida como el contexto simbólico de la organización basado en el sistema de creencias y paradigmas de los propios empleados. Siendo moldeadora de su forma de hacer las cosas e integrando sus políticas, ambientes, relacionamientos o su clima empresarial.
Cabe decir, que es inevitable tener cultura, por lo que supone imposible no tenerla. Estableciéndose como elemento integrador y socializador de los valores compartidos, sean positivos o negativos.
Por ende, estos valores son el núcleo de la cultura y es vital que sean auténticos y genuinos. Consolidando las narrativas que, más allá de lo estético, servirán como canal de exteriorización de la misión, visión e historias de los miembros. Pero, ¿cómo podemos potenciar la cultura corporativa y fortalecer los vínculos sobre la práctica empresarial?
Es aquí donde los regalos entran en escena, aportando, tal y como se ha visto, multitud de opciones y alternativas ajustables a la necesidad y sus trabajadores. Sin llegar a incurrir un gasto excesivo y garantizando la retención de talento basada en la creación de buenas amistades y fidelidad.
La motivación pasa entonces a ser la canalizadora de cultura corporativa y una de las mayores preocupaciones en la gestión de capital humano de una empresa. Ya sea a través de obsequios u a través de otras ideas para motivar empleados, deberá ser vital si se plantea exteriorizar una correcta práctica empresarial a través de su filosofía y comunicación operativa.