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El método Pomodoro es una técnica que permite optimizar cualquier tarea de estudio o trabajo, marcando intervalos y periodos de descanso.
Trabajar o estudiar muchas veces supone un reto para aquellas personas expuestas a mucho estrés o estímulos externos. Aprender técnicas de concentración puede ser muy importante para evitar que nuestras mentes empiecen a divagar. La técnica Pomodoro aborda este problema a través de un método fácil y sencillo que optimizará tu rendimiento.
Originalmente, la técnica Pomodoro surge a finales de los años 80 con una curiosa historia: Francesco Cirillose era un joven universitario con grandes problemas de concentración, tanto es así que en unos de sus viajes mentales se fijó en un temporizador con forma de tomate que decidió ajustarlo durante 10 minutos, intentando no distraerse durante ese tiempo.
La obligación de marcar intervalos de estudio le llevó a desarrollar su técnica basada en marcar rutinas de tiempo y descanso, mejorando su productividad.
Desde entonces, se han realizado diferentes variaciones, aumentando el tiempo de estudio/trabajo para un mayor rendimiento y aprovechamiento del tiempo.
¿Para qué podemos utilizar la técnica Pomodoro?
Realmente, esta técnica puede llegar a ser muy versátil para cualquier tarea que requiera largos tiempos de concentración. Desde la preparación de oposiciones, exámenes o pruebas teóricas, hasta la consecución de un alto rendimiento en el entorno de trabajo y laboral.
Entre los beneficios que nos otorga el método Pomodoro encontramos los siguientes:
- Gestión del tiempo y potenciación del rendimiento: permite tomar el control del tiempo, evitando distracciones y recompensando los intervalos de descanso.
- Potencia la planificación: la técnica Pomodoro ayuda a precisar el tiempo para cada intervalo, marcando metas y evaluando objetivos. Es un complemento perfecto para cualquier calendario.
- Mantiene la motivación: a través de estos intervalos, el método Pomodoro te ayuda a liberar tensión y obligación en los periodos de descanso, lo que ayuda a mantener el ánimo intacto y sin fatiga mental.
¿Cómo llevar a cabo la técnica Pomodoro?
No pierdas la oportunidad de poner en práctica el método Pomodoro a través de estos pasos:
1 – Marca el objetivo, establece la carga de trabajo
Lo primero que se debe hacer es clasificar todas las tareas a realizar, priorizando aquellas de mayor importancia y posicionándolas en los primeros tramos de estudio/trabajo. Esto te ayudará a rebajar tu estrés y tener claro los objetivos.
No perder de vista las tareas permitirá un mayor reconocimiento y satisfacción cuando se vayan cumpliendo.
2 – Establece el temporizador
El tiempo óptimo son 25 minutos por intervalo, sin embargo, se puede ajustar a las necesidades y requerimientos de los objetivos propuestos.
Se debe tener en cuenta que a mayor tiempo mayor será el desgaste mental, por lo que hay que pensar bien en el equilibrio adecuado para poder cumplir las metas con la mayor motivación posible.
3 – Comienza a trabajar
Crea la rutina y comienza el proceso a través de la planificación establecida. Marca el ritmo y evita distracciones reflexionando en los tramos de descanso que vendrán a continuación. El objetivo es no pensar en el tiempo que quede, sino pensar en el reto de superar los objetivos propuestos antes de que acabe el tiempo.
4 – Descansa y desconecta
Una vez finalizado el primer tiempo establecido, se debe tomar un descanso y evitar estar en el mismo habitáculo donde has estado trabajando. Moverse, socializar o tomar un tentempié puede aliviar con creces el estrés y animar a continuar con el proceso.
5 – Continúa el ciclo
Repite los pasos 3 y 4 tantas veces como sea necesario para cumplir las metas. Recuerda que la fase 1 es vital para no encontrar perdidas de tiempo que obstaculicen y frustren los siguientes pasos. Una vez te acostumbres al proceso, te resultará cada vez más fácil y productivo
