Los grandes imperios del lujo han cerrado 2010 con número históricos. Firmas como Louis Vuitton, Gucci, Hermés o Cartier, cuyas estrategias de Marketing están muy cuidadas, han disparado sus ventas en plena caída del consumo.
Hasta la fecha, la única empresa que ha presentado sus cuentas consolidadas ha sido el gigante LVMH. El dueño de marcas como Louis Vuitton, Dior, Zenith, TAG Heuer o Moët Chandon, entre otras, anunció que sus ventas anuales superaron por primera vez la barrera de los 20.000 millones de euros, hasta los 20.320 millones, lo que representa una subida del 19%.
La razón principal de estas cifras, al igual que en la mayoría de sus competidores, se encuentra en la expansión puesta en marcha durante los últimos años en los países de economías emergentes, con la zona del eje BRIC (Brasil, Rusia, India y China) como prioridad. Por eso, no resulta sorprendente que Louis Vuitton haya centrado gran parte de sus esfuerzos este año en abrir una de sus mayores tiendas en el centro de Shanghai. El creciente turismo de china de la clase media-alta está permitiendo mantener estables las ventas en las zonas a priori más castigadas, como Europa.