Tras el escándalo levantado por el descubrimiento de carne de caballo en carne supuestamente de vacuno, la UE ha iniciado una serie de test en los que se ha hallado un 60% de carne de caballo, cerdo y cordero en la carne etiquetada como vaca, por lo que la desconfianza aumenta. ¿De quién es la culpa? El producto es uno de los pilares del Marketing y si el control no llega por parte de las empresas, es la administración la que debe actuar.
El problema detectado con el origen de la carne de vacuno puede haber tenido solo su inicio si, como parece, la UE sigue detectando carne etiquetada de manera equívoca. Ante la irregularidad levantada por las autoridades, también se investigará si los animales han recibido medicamentos no aptos para el consumo, con el fin de clarificar y controlar qué estamos consumiendo los europeos.
¿Quién ha fallado en este caso de gran gravedad? ¿Las empresas que han permitido su dudosa elaboración? ¿Los distribuidores, que ponen a disposición del consumidor productos no controlados? ¿La administración, que debe velar por el control y la salud de la población? Parece que todos, a pesar de que los análisis para detectarlo no son tan costosos.
Estas noticias, como otras en el pasado, generan una crisis de confianza en el consumidor, ya que las empresas productoras no han cuidado su elaboración y deberán pagar a través de multas y de una previsible caída de ventas su pecado, ya que la salud es uno de los aspectos más sensibles. Si no se cuida el producto, no hay solución de marketing que pueda ayudar a una empresa.