CEOE está inmersa en una profunda reforma con la que busca recuperar su imagen y reputación tras los escándalos protagonizados en los últimos tiempos por diferentes miembros de la Organización Empresarial, principalmente su anterior presidente. El Reglamento, que se prevé que entre en vigor en septiembre, incluirá un código ético y de buen gobierno. Además, contempla que la patronal se financie sólo con cuotas de los asociados y limitará a dos los mandatos del presidente, es decir, a ocho años.
El código ético incluye medidas como apartar de su cargo en la organización a cualquiera de sus miembros que sea acusado de un procedimiento penal con trascendencia empresarial. En el caso del presidente, se le podrá cesar con el 25% de los votos de la Asamblea General si se ve envuelto en un proceso judicial de relevancia. Esta medida podría ampliarse a los vicepresidentes y otros directivos. También prohíbe taxativamente el pago o cobro de sobornos y establece que no se podrán realizar ni ofrecer pagos en metálico, ni conceder otros beneficios a personas al servicio de cualquier entidad pública o privada, perteneciente a partidos políticos o candidatos con el fin de obtener negocios u otras ventajas. Además, regula las relaciones de la patronal con sus proveedores y empresas colaboradoras.
Buenas intenciones no le faltan a este documento, que recoge aspectos básicos que deberían regir en cualquier organización. Ahora falta ver si su puesta en práctica despeja dudas y limpia la imagen de la organización empresarial o deja huecos a interpretaciones de la ‘letra pequeña’.