Hace unos días Google ha anunciado el lanzamiento de una tarjeta de débito de prepago y sin cuotas en el mercado norteamericano que permitirá a los consumidores comprar bienes en tiendas y retirar efectivo desde cajeros automáticos. Puede ser el primera paso hacia un nuevo campo de batalla entre las tecnológicas y el negocio bancario, que se está viendo superado por su falta de novedades y adaptación.
Desde hace algunos años las grandes entidades bancarias empiezan a ver las orejas al lobo. Google y Apple podrían arrebatar a la banca tradicional parte de su negocio en un plazo que se estima en tres a cinco años, según advertían hace unos años un grupo de analistas del Deutsche Bank.
Según su visión, los bancos sufrirán una dura competencia de estos gigantes tecnológicos a los que suma Amazon y Paypal, que se introducirán primero en el mercado de transferencias comerciales y posteriormente en el de préstamos y depósitos.
Esperemos que las entidades ya estén planificando cómo salir victoriosas de este envite que puede acabar a largo plazo con ellas aunque ahora parezca una posibilidad muy remota. Es tiempo de Marketing Estratégico en el sector bancario ante las diferentes amenazas existentes.