El Consejo de Administración de El Corte Inglés designó a Dimas Gimeno como nuevo presidente del grupo. Con el fallecimiento de Isidoro Álvarez y la toma del timón por parte de su sobrino marcan un antes y un después para El Corte Inglés, estamos ante el comienzo de una nueva etapa para el líder de la distribución en España. El grupo debe adaptarse a su posición financiera, a la fuerte competencia de otros grupos de distribución tanto nacionales como extranjeros, al menor gasto del consumidor y a las tendencias en el comercio electrónico.
El nuevo presidente afrontará como principales retos:
– Traspaso de poderes. Ocupar el vacío que deja en el grupo la figura de Isidoro es el primer reto que asume la dirección de la compañía.
– Internacionalización. Principal asignatura por aprobar en su modelo de negocio. Otras marcas como Zara y Banco Santander supieron salir con éxito al mercado internacional. La escasa presencia en Portugal o la salida incipiente a algunos países de Europa a través de su nueva página web (elcorteingles.eu), no es todavía suficiente para asegurar que su
implantación exterior está consolidada.
– Posición financiera. La dirección del grupo tendrá que velar por mantener el cumplimiento de los ratios exigidos por la banca acreedora a la hora de acceder a la refinanciación de la deuda. El fichaje de Manuel Pizarro, expresidente de Endesa, como adjunto a la presidencia parece obedecer a tal situación.
– Internet y nuevas tecnologías. Dimas Gimeno lleva un tiempo apostando por el mercado digital, de ahí los más de 4,2 millones de usuarios, 30 tiendas especializadas en la red, más de 155 millones visitas y un crecimiento superior al 13%. Sin embargo, su estrategia de marketing digital no es todavía la adecuada para que el comprador virtual considere al Corte Inglés como plataforma canal. El grupo deberá potenciar su presencia online en otros países ya que los turistas extranjeros tienen a la compañía como referente comercial.
– Competencia. A pesar de seguir siendo líder en Europa, en algunas ramas de actividad han aparecido grandes competidores, como la textil con Zara o H&M, y los supermercados con Mercadona. Además, la competencia también llega del creciente mercado de la compra online con plataformas como Amazon que ofrecen los mismos productos que se pueden adquirir en los centros del grupo.
– Política laboral. La idea de liderazgo marcada por Isidoro Álvarez se ha basado principalmente en el trabajo en equipo de su grupo y el afán de superación de las personas, principal activo con el que puede contar una empresa. Sus 93.000 trabajadores y los 14.292 millones de euros de venta son prueba del éxito de su modelo de gestión. No obstante, el
nuevo presidente afronta la nueva etapa con una plantilla algo envejecida, superando los 40 años la media de edad de sus empleados.
– Crisis en el consumo. El consumo de los hogares lleva seis años sucesivos de caídas, lo que ha obligado al grupo a adaptarse a la bajada del comercio minorista. Además, tendrá que observar los cambios fiscales en el mercado.
– Negocio de proximidad. Bajo la gestión de Isidoro Álvarez, El Corte Inglés cerró en 1995 la operación comercial más sonada a nivel comercial al hacerse con Galerías Preciados, su gran competidor, por 180 millones €. En la actualidad cuenta con 88 establecimientos, pero la mayor competencia off y online no hace más que crecer, la política de precios en su lucha con el “low cost” no está siendo la más acertada y medidas como la apuesta por la proximidad a través de sus tiendas Supercor no son más que un buen ejemplo de gestión, pero se necesitan más.
Así, el tándem formado por Dimas Gimeno y Manuel Pizarro, tienen el reto de elaborar la hoja de ruta para los próximos años centrado principalmente en: internacionalización del grupo, reforzar la estructura financiera, su posible salida a bolsa, reestructuración interna del grupo, presencia activa en el comercio electrónico internacional y mayor aportación a su cadena de valor de una óptica de Marketing Estratégico acorde al Management del siglo XXI.