La multinacional del comercio tecnológico se encuentra inmersa en un proyecto piloto que, de resultar exitoso, podría ser un negocio más con el que la compañía continuaría su expansión. Amazon Takeout & Delivery se acaba de estrenar en Seattle como un servicio para llevar comida hasta los domicilios de los clientes.
¿Cómo? Amazon está apostando por establecer una conexión entre sus clientes y los restaurantes locales. La idea es llevar a casa cualquier producto que el usuario necesite a cambio de que éste continue su paseo por el catálogo de ofertas. De momento la ciudad de Seattle, con una capacidad para servir a 650.000 habitantes desde más de 100 establecimientos en la zona, es la primera en acoger esta iniciativa. Será la prueba de fuego para determinar la viabilidad del lanzamiento de este servicio.
Amazon está realizando un test de concepto para averiguar hasta qué punto puede ser aceptado por el consumidor, qué valores le ve, qué posibles frenos al consumo y con qué categorías de producto sería “asociable” por el consumidor. “El test de concepto y/o el estudio de consumidor actual deben permitirnos definir, al menos en líneas generales, a qué segmentos deseamos dirigir el servicio y en qué canales podría tener más aceptación para el consumidor”, explica Rafael Muñiz, CEO de RMG&Asociados, en su libro Marketing en el siglo XXI.