MERCEDES MARCOS- Eduardo Liviano y Pablo Samaranch, o lo que es lo mismo, los fundadores y alma mater de la startup Apeteat hace ya un año que se propusieron un reto: que todos los madrileños que almuerzan en la oficina comieran sano, comieran rico y con precios ajustados a todos los bolsillos.
Según explica Liviano, CEO y responsable de marketing y tecnología en la empresa, el proyecto ApetEat viene a suplir las necesidades de todos los trabajadores que tradicionalmente se llevan su comida al trabajo o tienen que comer en la calle diariamente.
Así, la empresa ofrece desde una plataforma online, un servicio de comidas que se entregan en el mismo puesto de trabajo y que ofrece la opción de elegir entre multitud de platos.
¿Cómo surgió la idea de ApetEat?
Eduardo Liviano: Mi socio Pablo y yo somos amigos desde el colegio, amigos desde la infancia que luego en la época de la Universidad tomamos cada uno un camino diferente, pero que mantuvimos el contacto porque lo que siempre nos ha unido ha sido nuestro compromiso con los valores.
De hecho Pablo y yo –que estudiábamos en el Liceo- solíamos utilizar la muletilla À L’Afrique para expresar ese vínculo que habíamos tejido entre nosotros. Años después y con carreras profesionales diferentes -yo estaba trabajando en Lima, tras pasar antes por Buenos Aires y Pablo en Barcelona- comienza a gestarse la idea de este negocio.
Resulta que precisamente en Barcelona, un primo de Pablo, que es proveedor de comidas, se encuentra un día con un excedente de 200 platos que no es capaz de vender; ante la posibilidad de tener que tirar esa comida, a Pablo y su primo se les ocurrió hacer una campaña de mailing entre amigos y familiares para distribuirla y funcionó muy bien.
Empezó como una forma de no perder dinero y nos dimos cuenta de que podía ser un negocio Clic para tuitearEsta misma operación se fue repitiendo con el tiempo y nos dimos cuenta que lo que había comenzado como una forma de no tener pérdidas en un negocio, podía ser en sí mismo una oportunidad con muchísimo potencial.
Empezamos a mantener videollamadas por Skype para desarrollar la idea Lima-Barcelona, hasta que ambos decidimos dejar nuestros respectivos trabajos, que eran muy absorbentes, para meternos de lleno en ApetEat.
¿Por qué apostasteis por este segmento?
Eduardo Liviano: Mi experiencia trabajando en América Latina y mis continuos viajes a Estados Unidos me hicieron conocer todo el movimiento Food-delivery y la enorme penetración que tiene en este continente. Yo mismo era un consumidor habitual de comida para llevar y lo que más me sorprendía es la enorme calidad del servicio que se presta allí. Conceptos como el SmartKitchen o el grocery llevan en América años de ventaja respecto a España porque hay perfiles para todo: hay quien quiere cocinar pero no hacer la compra, hay quien prefiere que se lo traigan hecho…pero en concreto en Madrid descubrimos que existen 2 millones de personas que pagan por comer en la calle, ¿por qué no asegurarles un menú decente y rico a buen precio?
En Madrid, 2 millones de personas pagan diariamente por comer en la calle Clic para tuitear
¿Cómo fue la puesta en marcha?
Empezamos como todos los emprendedores, con muchas dudas y con la complejidad de un negocio que necesitaba una plataforma online que se ajustara a la experiencia de usuario, proveedores, abogados, oficinas…nosotros mismos al principio repartíamos flyers en la boca de metro de La Granja y la Moraleja a las 7:30 de la mañana y después nos íbamos a preparar nuestros pedidos y repartirlos en nuestros coches. En principio nos instalamos en Alcobendas, porque según estudiamos previamente, es el distrito postal con más trabajadores y oficinas de Madrid, y ahora estamos en la zona de plaza de Castilla intentando captar público del centro.
Nos instalamos en Alcobendas porque era el distrito postal con más trabajadores y oficinas de Madrid Clic para tuitear
Empezamos siendo 2 y ahora el equipo lo forman 7 personas y de los 20 o 30 pedidos que nos solicitaban al principio, ahora estamos en torno a los 160 y afortunadamente subiendo cada semana.
¿Cómo se gestionan los pedidos?
Nuestro cliente puede solicitar su comida hasta las 11.30 de la mañana del día de reparto. Este punto es el primero que queremos solventar con mayor celeridad. Para nosotros es importante la inmediatez pero no queremos perder la calidad. En este sentido, la escalabilidad es difícil: no queremos sacar más dinero por cada uno de nuestros platos, sino crecer en apeteaters. Nuestras ensaladas y nuestros postres son muy apreciados porque compramos fruta y verdura fresca cada día y se elaboran de forma artesanal. Eso también nos genera que nuestra tasa de recurrencia sea superior al 60%.
En este negocio, ser escalable sin perder la calidad es difícil Clic para tuitear
¿Cuál es vuestro cliente-tipo?
Te diría que no existe un cliente único, abarcamos un perfil muy amplio que va de los 20 a los 50 años, persona que trabaja en una oficina ya sea en el centro de Madrid o fiera de la M-30 y que quiere cuidar su salud a diario. Por eso ofrecemos una amplia variedad de platos entre los que elegir que además incluyen las ofertas de medio menú o menú completo. Al final este negocio carece de players y aunque el mercado es amplio es difícil llegar.
¿Por qué comer en ApetEat, qué hacéis para fidelizar a vuestro cliente?
La experiencia del usuario es crucial para nosotros. Tenemos un proveedor que nos da la capacidad de sacar platos nuevos cada semana y así también estar en la tendencia del movimiento foody, que va por modas. Es decir, si nosotros mañana quisiésemos hacer una paella con pisto, podríamos sacarla al mercado rápidamente.
También damos gran importancia al packaging y la presentación de nuestro producto. Por ejemplo, antes utilizábamos madera para nuestros cubiertos porque estamos muy concienciados con el uso del plástico, pero bien es cierto que resultaba un poco raro comerte un yogur o un volcán de chocolate con una cuchara de madera. Ahora hemos encontrado un proveedor francés que nos surte de unos cubiertos compostables con una estética muy buena.
Respecto a la fidelización, cada cliente que se registra obtiene 2 euros de descuento y una taza, un postre con una nota personalizada en su primer pedido. Además, queremos que nuestra plataforma y nuestras redes sociales sea un punto de encuentro a la opinión, por eso premiamos a nuestros clientes más activos con cursos de cocina, smartboxes o un fin de semana para conocer una fábrica de cerveza en Cantabria.
Queremos que nuestros medios digitales sean sitios en los que nuestro cliente pueda opinar Clic para tuitear
¿Cuáles son vuestros retos más inmediatos?
Como te decía, queremos que nuestro cliente pueda pedir su comida hasta más tarde, porque existen sectores que así lo demandan, ganar en escalabilidad sin perder calidad del servicio y conservar los valores que nos unieron desde el inicio a Pablo y a mi, que incluyen continuar con nuestro compromiso con las organizaciones a las que donamos nuestro excedente, porque aquí no tiramos nada. El ecosistema del emprendedor es muy difícil pero cuando nos reunimos los viernes y repasamos lo que hemos logrado al final de la semana, lo miro y le digo: ¡Joder, la que estamos liando!