Aunque los números macroneconómicos de España son poco a poco mejores, ayer Christine Lagarde, Presidenta del FMI, volvió a recordarnos un gran freno para nuestra economía sigue estando presente. El desempleo plantea la necesidad de buscar oportunidades fuera y latinoamérica es buen lugar para buscarlas. Os ofrecemos unos consejos destinados a aquellos interesados en dar el salto.
Según, María Loidi, responsable de SAEMA, el Servicio de Asesoramiento para el Empleo y Autoempleo de CEF.-/UDIMA, “Por idioma, nivel de formación y el prestigio de nuestros profesionales, países como Chile, República Dominicana, Perú, Colombia o México representan una excelente oportunidad laboral para los españoles. Una oportunidad real que está mucho más cerca de lo que la mayoría piensa. Eso sí, para tener éxito en nuestra búsqueda se precisa un plan, tener muy claro cuáles son nuestros objetivos y una actitud positiva a lo largo de todo el proceso.”
1. Escoge el país de destino. Un error típico es pensar que en Latinoamérica como en un todo. Nada más lejos de la realidad; es un continente enorme con grandes diferencias entre los distintos países. Tendrás que acotar la búsqueda a dos o tres países como máximo, y para ello deberás informarte bien acerca de cuestiones como la situación política, social, económica y, por supuesto, laboral, de cada uno de ellos.
2. Empápate de la legislación local. Conocer de antemano todo lo relacionado con la obtención de visados, permisos de trabajo, convalidación de títulos académicos, régimen fiscal, etc. puede ser muy útil para evitar llevarnos sorpresas desagradables en el país de acogida. Las embajadas son una visita obligada para iniciar nuestra investigación previa.
3. Establece un plan de búsqueda activa en la Red. Una vez seleccionados los posibles destinos, deberemos abordar la búsqueda de empleo de una manera sistemática y siguiendo una metodología. Entre otras cosas, tendremos que definir a qué blogs, portales de empleo o canales de ofertas de trabajo internacional acudiremos para recabar información, buscar ayudas y optar a oportunidades interesantes. Las webs oficiales (Ministerios, Gobierno, etc.) no pueden faltar en ese plan.
4. Recuerda que no te vas solo. Tu familia también tiene mucho que decir y que opinar. Por muy buena que sea la oportunidad laboral que te surja en Latinoamérica, la decisión necesita del apoyo de toda la familia y debe incluir un proyecto de vida también para las personas que te acompañan en tu aventura internacional. Colegios para los niños, oportunidades laborales para tu pareja, un lugar apropiado para vivir… La falta de adaptación de la familia está detrás de un alto porcentaje de expatriaciones fracasadas.
5. Busca desde tu país de origen. La fórmula “me lío la manta a la cabeza y me voy para allá” demuestra resolución y capacidad para llevar a cabo nuestro propósito, pero también puede implicar muchos inconvenientes. Es más prudente comenzar la búsqueda desde España, tener los primeros contactos a través de los medios tecnológicos y sólo cuando estemos inmersos en procesos avanzados o ya cerrados, desplazarnos hasta nuestro destino.
6. Adapta tu Curriculum. En Latinoamérica no se valoran las mismas cosas que en España. Por ejemplo, en muchos países americanos se da bastante importancia a tener experiencia laboral previa a terminar los estudios. Esos trabajos a los que por ser poco cualificados o no estar relacionados con nuestra actual profesión, apenas destacamos en nuestro curriculum.
7. Trabaja las competencias personales. Son las que al final van a marcar la diferencia de tu candidatura, por encima incluso de titulación y experiencia profesional. Son, además, las que mejor se transmiten en el contexto de una entrevista de trabajo internacional. Liderazgo, motivación, flexibilidad, habilidades sociales y de comunicación… y, en general, una mente abierta y permeable al cambio son habilidades que te pueden ayudar en tu objetivo.
8. Diferénciate y muéstrate al mercado. Si esta es una recomendación útil en cualquier situación relacionada con la búsqueda de empleo, cuando se trata de llamar la atención de empleadores que se encuentran a miles de kilómetros, se convierte en algo fundamental. Linkedin, Twitter, Youtube, un blog… son algunas herramientas que te ayudarán a crear tu propia “Marca Personal” y a hacerte “visible” y “deseable” ante tus jefes potenciales.
9. Sigue formándote. Una clara preocupación por la formación continua nos define como profesionales y como personas. Los idiomas, por ejemplo, siempre han sido una de las debilidades históricas de los españoles. Aunque en principio no vayamos a necesitar un segundo idioma para trabajar en la mayoría de los países americanos, seguramente nuestros empleadores valoren mejor a un profesional “global” que solo a uno español.
10. Rebaja tus expectativas. La arrogancia es mala consejera para encontrar un trabajo internacional. Si eres de los que sólo se plantean salir por el doble de lo que ganabas en España, tus posibilidades se reducen drásticamente. Ten en cuenta que la misma experiencia internacional, el hecho de entrar en contacto con otras culturas y formas de trabajar, supone ya una remuneración de valor incalculable que te acompañara toda la vida.