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El contexto actual ha provocado que las antiguas pautas se queden obsoletas.
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Ya no solo basta con tener una buena política de marketing y ventas.
Recientemente ha sido publicado por la consultora Millward Brown la lista de las cien marcas más valiosas del mundo. Compañías como Google, Apple o Microsoft copan los primeros puestos, pero ¿cómo consiguen crear una imagen corporativa tan fuerte? El mundo está cambiando y con el deben hacerlo todas las marcas, independientemente de su tamaño o sector. Ya no solo basta con llevar a cabo una buena política de marketing y ventas que logre los mejores beneficios para la marca, a la par que genera una buena imagen en la sociedad.
¿Cómo consiguen las grandes marcas crear una imagen de marca tan valiosa? Clic para tuitearA continuación os vamos a mostrar algunos de los principales factores que las grandes marcas tienen en cuenta para construir y consolidar una imagen de marca fuerte.
- Tener un propósito. Todas las empresas tienen un propósito. Los consumidores saben que el principal objetivo de las mismas es obtener los mayores beneficios posibles. Sin embargo éstas van más allá. Mantienen unos objetivos claros de comunicación que hagan referencia a los beneficios que aporta su firma a la sociedad. En pocas palabras, venden cómo son capaces de mejorar nuestras vidas.
- Ser auténtico. Nunca ha tenido tanta importancia diferenciarse del resto como en el contexto actual. La competencia es feroz en todos los sectores, por lo que las marcas deben generar un valor diferencial que atraiga al consumidor. Su objetivo es atraer a las nuevas generaciones para que se sientan identificados con su filosofía, convirtiéndoles así en verdaderos fans de la compañía.
- Estar en la conversación. En el mercado actual es imprescindible que las marcas se muestren cercanas al consumidor. Mantenerles informados con una clara transparencia ayudará a la firma a mantener una relación más estrecha con sus stakeholders.
- Estar en todo. Por supuesto, los resultados financieros son muy importantes. Sin embargo no son lo único. Prestar la misma atención al ámbito social es cada vez más importante.
- Experiencia de marca. No vamos a negar que marcar la diferencia en un producto es cada vez más complicado. Es por esto que la experiencia de compra que se genera en el consumidor resulta clave para, en primer lugar, atraerle y, posteriormente, fidelizarle.
- Hablar con las personas, no con las generaciones. Generalizar con una generación a la hora de vender puede llegar a resultar contraproducente para la marca. Hay que llevar a cabo una segmentación, que nos ayude a encontrar los patrones de compra por los que se guían los consumidores.
- Uso responsable del Big Data. Los consumidores están intercambiando sus datos en la red constantemente. Sin embargo, un uso continuo de esos datos por parte de las marcas para bombardear con publicidad acaba dañando la imagen de la empresa. Hacer uso del Big Data sí, pero con responsabilidad.
- Motivar al consumidor. El objetivo no es solo que el cliente piense “¿Qué puedo comprar contigo?”, sino “¿Qué puedo lograr comprando tu producto?”.
- Ampliar las vistas. Las mejores oportunidades de negocio de pueden encontrar fuera de la categoría o servicio que ya se están ofreciendo. No perder el miedo a innovar, ya que la oscuridad está llena de oportunidades y retos.