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Las cohortes que han experimentado su crecimiento con los dispositivos electrónicos muestran un modo distinto de comunicarse, relacionarse y compartir con los demás en los diferentes ámbitos de la vida
Las plataformas digitales generan adicción debido a una combinación de factores, como la interacción social, la validación y la dopamina. Las notificaciones y las recompensas visuales en forma de likes, comentarios y comparticiones contribuyen a una gratificación inmediata que puede ser adictiva.
Además, estas te ofrecen una plataforma para interactuar con amigos y seguidores, lo que también puede generar dependencia. La validación social que se recibe a través de las redes sociales también puede reforzar esta adicción.
La liberación de dopamina en el cerebro en respuesta a ciertas interacciones sociales o al recibir recompensas visuales también puede ser un factor que contribuya a dicho mal. Se habla poco de los posibles efectos negativos en la salud mental y emocional de las personas, especialmente si se utilizan de manera excesiva o inapropiada.
Es importante que las personas aprendan a utilizar las plataformas de manera saludable, responsable y equilibrada; lo que puede requerir educación y conciencia sobre los riesgos y beneficios. Por ello, los desarrolladores de tecnología están buscando nuevas medidas para mejorar la seguridad y reducir efectos negativos como estos:
- Adicción: el uso excesivo puede generar dependencia y afectar negativamente la salud mental.
- Aislamiento social: pasar demasiado tiempo enganchado puede llevar a la desconexión de la vida real y a la pérdida de habilidades sociales.
- Ciberacoso: las plataformas pueden ser un terreno fértil para el acoso y el bullying, lo que puede tener un impacto grave en la salud mental de las víctimas.
- Desinformación: pueden propagar información errónea y noticias falsas, lo que puede generar confusión y tener un impacto negativo en la toma de decisiones informadas.
- Impacto en la autoestima: la comparación constante con los demás en las redes puede influir negativamente la autoestima y la imagen corporal.
- Pérdida de privacidad: pueden poner en peligro la intimidad y la seguridad de los usuarios, ya que pueden compartir información personal sin saberlo.
Las generaciones que han crecido con las redes sociales tienen una forma diferente de comunicarse, interactuar y consumir información en comparación con las que no tuvieron acceso a ellas durante su infancia y adolescencia.