Consiste en poder planificar con bastante garantía de éxito el futuro de la empresa basándose, para ello, en el conocimiento profundo tanto del mercado como del entorno. Parte del éxito vendrá dado por nuestra capacidad de adelantarnos y anticiparnos a los posibles cambios que se puedan producir; deberemos ser capaces de comprender en qué medida y de qué forma los cambios futuros que experimentará nuestro entorno afectarán a nuestra empresa y, por tanto, establecer las estrategias más adecuadas para aprovecharlos al máximo en nuestro beneficio.
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