Es un concepto que va aparejado al éxito de la empresa y sus ventas por su claro valor diferenciar con la competencia. La marca es el soporte material de la reputación corporativa porque aporta el reconocimiento, mientras la imagen corporativa le da credibilidad.
Este término se puso de moda a finales del siglo XX cuando la revista Fortune decidió publicar por primera vez su ya clásico ranking sobre las empresas más admiradas, cuando se empezó a reconocer el valor que las empresas podían aportar a su marca a través de la reputación corporativa.
Imagen y reputación no son lo mismo, porque la imagen se basa en percepciones y una percepción no tiene por qué ser verdadera. Mientras que la reputación se basa en realidades y la realidad es objetivable.
Aconsejamos ver en el diccionario cuadro de “Diferencias entre imagen y reputación corporativa”.
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