El año 2012 fue el peor desde que comenzó la crisis para el comercio minorista. Las ventas se desplomaron un 6’8% de media anual sin tener en cuenta la inflación. Y ya van 30 meses consecutivos de caídas interanuales. La recesión, el alza de impuestos y el paro son los causantes de esta retracción del consumo de los españoles.
Donde hay comercio hay vida. De esta afirmación nadie duda. Pero la dura situación que vive el comercio minorista en los últimos años está poniendo en peligro su supervivencia y con ella la de esta forma de consumo tradicional. En 2012, la caída de las ventas fue del 6’8%, un 10’7% si se corrige el efecto del calendario. La destrucción de empleo, la moderación y caída de los salarios y la subida del IVA y el IRPF se tradujeron en la más intensa reducción del consumo de los españoles desde el inicio de la crisis en 2008. ¿Qué es lo que han dejado de comprar los españoles? Fundamentalmente, los bienes no relacionados con la alimentación, cuya venta sólo se vio reducida en un 2’5%. Entre los sectores más perjudicados destaca el equipamiento para el hogar y las comunidades autónomas con caídas más acentuadas fueron Castilla-La Mancha y Murcia.
Desde el sector, se reclaman medidas urgentes para frenar el cierre continuado de estos establecimientos que tanto suponen a nivel no sólo económico, sino también de empleo y social. No obstante, desde la Patronal siempre se han relegado a un segundo plano las necesidades del pequeño comercio. Quizás están en otros temas, como en el caso de la patronal madrileña Cepyme, a cuyo presidente, Arturo Fernández, Turespaña le reclama 2’7 millones de euros por impagos.