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La gran dificultad es saber por dónde empezar para crear una empresa
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El “mentoring”son las relaciones basadas en el compromiso personal de las personas que intercambian experiencias
El autoempleo es una de las fórmulas más populares en la actualidad para poder acceder a un puesto de trabajo estable, pero a menudo la gran dificultad es saber por dónde empezar para crear una empresa. Por más que tengamos las habilidades para desarrollar una ocupación, la gestión de la pyme implica una serie de conocimientos, términos legales o sistemas de facturación que la mayoría desconocemos.
Para poder envalentornarnos ante este reto, con menos miedo del que habitualmente tendríamos, algunos emprendedores más experimentados ofrecen su ayuda desinteresada para recorrer el camino con profesionales que se lanzan a montar una startup. Es lo que comúnmente se conoce como “mentoring”: relaciones basadas en el exclusivo compromiso personal de las personas que intercambiar experiencias, en este caso entre el mentee (aprendiz) y el mentoring, que es el emprendedor.
Algunos emprendedores ofrecen su ayuda desinteresada a profesionales que se lanzan a montar una startup. Clic para tuitear
Una muestra de esta fórmula, que lleva años cosechando éxitos es la que lleva a cabo la Comunidad de Madrid a través de la Red de Mentores Madri+d.
En esta Fundación de base tecnológica colabora Rosa Allegue, directora financiera de una multinacional estadounidense, que lleva años dedicándose a ejercer como mentora en su tiempo libre. Ha tutelado a colectivos de distinto sesgo, directivos, estudiantes y grupos. Entre sus últimas sesiones destaca las que impartió para PiggyTag o Line App GmbH y también Ibercat, Geochild o Uspeak en España.
Para Allegue su concepto de trabajo profesional se basa en el sistema de “mentoring”, puesto que asegura que en todos sus proyectos ha crecido como persona ayudando a crecer y madurar a las empresas.
Por eso, la directiva, cualidades como la generosidad, la empatía, la capacidad de escuchar, una mente abierta, paciencia y confianza, son cualidades indispensables para poder asesorar y tutelar como consejera.
Víctor Serrán, socio director de una consultora tecnológica y mentor, recuerda que el cometido de una startup es el que una sociedad temporal que tiene que encontrar su modelo de negocio antes de que se agoten sus recursos finacieros, por eso un mentor debe erigirse en la persona que motiva y alienta en ese camino, a la par que aporta conocimientos y experiencia para hacerlo posible.
una startup tiene que encontrar su modelo de negocio antes de que se agoten sus recursos finacieros. Clic para tuitear
También si el proyecto carece de sentido, es función del mentor intentar que sus impulsores desechen la idea. Este delicado momento exige a juicio de Serrán una buena dosis de tacto, análisis y claridad en la comunicación. Eso sí, en ningún caso el mentor debe actuar como si verdaderamente formara parte del equipo gestor de la empresa que asesora.
El mentoring refuerza la confianza que proyecta la empresa. De hecho, las startups con mentores en sus filas consiguen 7 veces más financiación y crecen hasta 3 veces más rápido que otra sin ellos, al menos en EEUU.
El mentor, por tanto, puede ser un ingrediente que consiga que la receta del nuevo proyecto sea realmente atractiva tanto a inversores como a clientes.
Pero no todo es sano y conciliador en esta relación. Aunque a priori los mentores no invierten dinero en los proyectos que asesoran, muchos también ejercen de business angels. Hay muchos inversores que se hacen pasar por mentores y que no aportan capital hasta que la startup se guía por las directrices que ellos quieren. Normalmente, se suele tratar de aquellos que desean obtener beneficios rápidos y que no tienen capacidad para aportar su experiencia a la nueva empresa.
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La relación de “mentoring” puede durar desde 2 o 3 meses hasta dos años, y para que el apoyo se formalice el contacto debe ser constante y como mínimo celebrar una reunión al mes. Con el tiempo el mentor puede llegar a adquirir un porcentaje de la empresa, que suele ser entre el 0,5% y el 1%, o contar con algún tipo de descuento en las rondas de financiación, e incluso llegar a formar parte del equipo.