La educación a distancia en todos los niveles educativos está experimentando un crecimiento forzado debido al confinamiento. Un método de enseñanza frecuente en algunas disciplinas y escuelas.
En Foromarketing hemos hablado con Lorena Blasco Arcas, directora del Máster en Marketing y Digital Media en el ESCP Business School:
Al ser un máster con presencia internacional, la educación a distancia y online no es nada nuevo para vosotros, ¿verdad? ¿Cómo lo hacéis, cuál es vuestro sistema?
La verdad es que no, en ESCP Business School, si bien la formación en modo presencial ha sido y sigue siendo un aspecto importante en nuestra oferta educativa, cada vez más se han incorporado elementos digitales y orientaciones a aprendizaje activo en modelos online y blended (integración de aspectos de educación online y educación presencial). Además de nuestro programa puramente digital, el EMIB, el resto de programas presenciales cada vez de forma más general adoptan herramientas online para facilitar el aprendizaje.
¿Cómo está afectando esta crisis al ámbito educativo?
Esta crisis supone cambios significativos respecto a cómo se entiende el ámbito educativo a todos los niveles, desde educación infantil y primaria a la educación superior. Si bien en sectores educativos como infantil, primaria y secundaria el componente presencial es clave para el aprendizaje y la socialización de ese aprendizaje, para la formación superior supone más que un reto una oportunidad de transformación digital importante. Creo que el impacto de esta crisis en el sector de la formación superior puede tener un impacto muy positivo, en tanto en cuanto las instituciones son capaces de adaptarse a las necesidades de sus potenciales alumnos. Las profesiones digitales van a ser más demandadas si cabe en el futuro y muchos trabajadores necesitan formarse en ese tipo de habilidades.
Los formatos de formación digital o formatos mixtos como el blended learning donde se combina la formación digital con un itinerario presencial van a ser formatos más demandados por la flexibilidad y la personalización de la experiencia educativa que permiten.
¿Cómo es el proceso de la adaptación de la enseñanza al remoto en contextos de crisis? ¿Está teniendo una buena acogida por parte de los alumnos? ¿Y la de los profesores?
El proceso de adaptación de la enseñanza a remoto en un contexto como el experimentado durante esta pandemia conlleva tener en cuenta varios aspectos. En primer lugar, es necesario gestionar la incertidumbre y el estrés que una situación tan extrema genera en el alumnado. En el caso de ESCP tenemos muchos estudiantes internacionales y la distancia de sus hogares genera mucha tensión emocional. Diría que como institución, ser capaces de mostrarles empatía y apoyo en sus necesidades socio-emocionales es un aspecto fundamental. En segundo lugar, existe una parte técnica y de adaptación de contenidos y materiales al nuevo escenario. Por suerte el equipo de profesores y el equipo técnico de la institución se han adaptado de forma excepcional y su disponibilidad hacia los alumnos ha sido total. La respuesta de las empresas que colaboran en actividades con nosotros también ha sido fantástica, pudiendo desarrollar muchos de los proyectos en los que colaboran de forma remota.
Los alumnos tras el impacto inicial por un cambio tan drástico de la forma de dar clase han sido capaces de adaptarse e incluso en muchos casos el uso de herramientas de streaming, chats o encuestas en directo ha favorecido una mayor implicación e interacciones durante las clases. Y han aprendido lo fundamental que va a ser para su futuro desarrollar habilidades de trabajo en equipos remotos.
¿Considera que a partir de la crisis se cambiará el modo de enseñar?
El sector educativo y en concreto el de la educación superior están siempre en constante evolución, ya que las necesidades de aprendizaje y los métodos cambian con el paso del tiempo y en la medida en que nuestras sociedades evolucionan. En la actualidad nos enfrentamos a escenarios en los que los trabajos que los ciudadanos desempeñarán en el futuro en algunos casos todavía no existen. El impacto de la tecnología en la enseñanza y en lo que entendemos por trabajo humano en el futuro próximo está evolucionando muy rápido y es cierto que esta crisis ha acelerado de alguna forma este proceso. En mi opinión, dentro de esta evolución constante si es claro que vamos a ver la incorporación de la tecnología en los procesos de enseñanza de una forma más evidente. Tecnología o herramientas que permitan la formación en tiempo real o síncrono, pero también el uso de otras herramientas que permitan el aprendizaje asíncrono (el uso de videos pre-grabados como píldoras de aprendizaje, por ejemplo).
¿Cuál cree que es el pilar fundamental sobre el que se debe de asentar la enseñanza digital? ¿Qué es lo que debemos aprovechar?
En mi opinión hay tres pilares fundamentales sobre los que asentar la enseñanza en la actualidad: la personalización, la conexión/socialización y la flexibilidad. El diseño instruccional en el aula es diferente al diseño instruccional en un contexto online, y es papel del docente la adaptación a los entornos de los contenidos y objetivos de aprendizaje. Un error común es tratar de replicar la clase presencial en el ámbito online, no funciona.
En vuestro caso, ¿Qué tipo de estrategia de marketing está haciendo la academia?
No lo denominaría yo estrategia de marketing. En nuestro caso, el campus de Madrid ya lideraba la estrategia Digital dentro de ESCP. Nos definimos como una organización flexible que llevamos años trabajando en modelos instruccionales digitales con éxito probado y seguimos utilizando formatos presenciales en los programas más junior.
Lo que hemos hecho fundamentalmente ha sido garantizar que podíamos transferir nuestro expertise digital a nuestros programas presenciales en el menor lapso de tiempo posible para garantizar que nuestros estudiantes seguían con su programa en remoto y que les ofrecíamos el soporte que necesitaran dadas las circunstancias en las que se encontraban.
De cara a futuras ediciones de los programas, podemos garantizar que la integración de elementos instruccionales digitales y la capacitación de nuestro profesorado nos permite dar una formación más híbrida que se construye sobre las principales ventajas de la presencialidad y de las herramientas digitales. La premisa es facilitar una experiencia de estudiante de alto valor y una enseñanza de calidad, independientemente de que ésta sea presencial, digital o una combinación de ambas.
¿Cómo cree que la crisis está cambiando el comportamiento del consumidor en general? Y este cambio ¿Cómo afecta a los canales digitales?
El rol de los canales digitales ha sido fundamental durante esta crisis. Los usuarios han transferido gran parte de su actividad diaria, resultando en una mayor presencia y durante más tiempo en diversos canales. Por ejemplo, el consumo de información se ha incrementado tanto en medios digitales como en medios tradicionales, siendo la generación X la que más ha aumentado su consumo de tv tradicional. Por el contrario generaciones más maduras han aumentado el uso de proveedores de contenido en streaming, lo que ha resultado en un aumento global de suscripciones en Netflix de 16 millones. Las redes sociales también han visto un aumento en sus usuarios que buscan fundamentalmente el entretenimiento. Esto es especialmente notable en el caso de la plataforma TikTok que es una de las app más descargada y ha tenido gran éxito durante esta cuarentena entre usuarios tanto jóvenes como más mayores.
El consumidor en su confinamiento utiliza de forma más intensa los canales digitales y eso ha conllevado que las empresas aceleren la adopción de dichos canales o intensifiquen su uso si ya eran de relevancia en sus estrategias. El comercio electrónico es claramente el gran beneficiado en este sentido, con un incremento de ventas notables, así como la generación de fórmulas logísticas como el “click and collect” que han sido masivamente adoptadas por los consumidores durante esta crisis, especialmente en el sector alimentación, ante el desbordamiento de la venta y envío online por parte de los principales supermercados. Este tipo de cambios de conducta de compra son susceptibles de permanecer una vez volvamos a la normalidad.
Las RRSS se están convirtiendo en un mecanismo para lidiar con la situación de aislamiento, ¿Cree que es una manera de expresar los sentimientos o por el contrario está haciendo que haya más sobreinformación?
En redes sociales lo que se ha podido observar durante esta pandemia es que las redes son más sociales que nunca: el usuario ha buscado el seguir conectado con familia y amigos, bien en las redes tradicionales que ya usaba o con la adopción de nuevas plataformas que permitan llamadas de video como Zoom, Google Meets o Skype.
Otro aspecto notable ha sido el crecimiento de TikTok, una plataforma que hasta ahora tenía bastante éxito entre adolescentes pero que durante la pandemia ha sido adoptada por otros segmentos de edad y cuya función es fundamentalmente el entretenimiento. En esta situación de crisis estar informado es importante para muchos usuarios, pero más importante es si cabe estar conectado a nivel social y buscar opciones de entretenimiento.
Aunque también las redes sociales están siendo plataformas donde se están multiplicando las Fake news, ¿qué opina respecto a esto?
Opino que las redes sociales son plataformas neutras y que sus aspectos positivos o negativos dependen en gran medida de lo que hacemos los usuarios con ellas. Las Fake news ha sido un motivo de preocupación en el sector ya que en muchos casos su propagación no sólo va ligada al comportamiento del individuo sino a la manipulación y el gran conocimiento de los algoritmos de estas plataformas por determinadas organizaciones (como se ha visto en el pasado en casos relacionados con elecciones y comunicación política). Se hace necesario una mayor responsabilidad por parte de los gestores de estas plataformas para limitar su difusión, y algunas plataformas como por ejemplo Whatsapp ha limitado la posibilidad de reenviar mensajes a más de un grupo recientemente, por ejemplo. Se hace también necesaria el papel del legislador para regular este tipo de fraudes. Y, por último, es importante la concienciación de los usuarios y su propia responsabilidad en discriminar qué son noticias reales y qué son bulos, y ser más consciente de lo que se comparte.
¿Qué consejos les daría a nuestros lectores para intentar evitar estos bulos e informarse de forma adecuada en las RRSS?
Recurrir siempre a fuentes oficiales y fiables, contrastar la información y ser responsables a la hora de compartir información con allegados o con grupos en plataformas como WhatsApp o redes sociales.
Antes de compartir algo en redes sociales deberíamos preguntarnos, ¿parece fiable?, ¿el usuario que lo escribe o lo comparte parece un usuario real y no un bot? Y una muy útil: ¿está bien escrito? Se ha demostrado que los contenidos “fake” por lo general están peor escritos a nivel de redacción y usan un vocabulario mucho más limitado que un post real escrito por un ser humano.
Y como norma, si no se puede contrastar, no compartir por una cuestión de responsabilidad social.