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Todas las encuestas electorales tienen problemas para plasmar datos reales.
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Debido a los resultados del 26J ha llegado la hora de los estrategas.
Es un hecho constatado que todas las encuestas electorales, incluidas las de mejor calidad, tienen problemas para identificar correctamente a quien se votará el día de las elecciones. Además suelen proporcionar datos de participación que luego no se producen. Y lo mismo ocurre con los datos de intención de voto, ya que las diferentes encuestas hechas por los institutos de opinión suelen dar datos más inflados de los reales.
Pero, ¿a qué se debe esto?
Uno de los principales factores es que muchas de las personas entrevistadas no responden a la pregunta de a quién piensan votar. En los barómetros del CIS, por ejemplo, el porcentaje de no respuesta a esa pregunta oscila entre el 15% y el 30%, una cifra muy superior a las que presentan otras preguntas. A esto debemos sumar un factor muy importante, la deseabilidad social o el “querer quedar bien” con nuestros interlocutores, eligiendo aquellas respuestas que nos eviten dar una imagen menos favorable de nosotros mismos.
Los problemas de las encuestas para ofrecer datos reales sobre elecciones Clic para tuitearLo que diferencia a las encuestas buenas de las malas es que las primeras se diseñan y se realizan tratando de reducir al máximo el efecto de estos errores. Algo que se traduce en que estas encuestas fallan en menos ocasiones y, cuando lo hacen, en un grado mucho menor que las que no tienen en cuenta estos problemas. Pero eso encarece las encuestas y también puede hacerlas algo más lentas, por lo que las buenas encuestas son menos habituales de lo que deberían.
Sin embargo estos institutos de opinión saben, que aunque sacando una imagen deteriorada de sus propias encuestas sacarán negocio.
Más allá de la poca fiabilidad o no de los institutos de opinión y sus encuestas, en Foromarketing creemos que ha llegado la hora de los estrategas. Debido a los resultados obtenidos en el 26J, los pactos deberán estar a la orden del día para evitar así unas terceras elecciones. Este escenario supondría un gran fracaso para el sistema político español, que demostraría no ser capaz de trasladar a las instituciones las preferencias de sus electores. Pero también existe otra lectura, y es la incapacidad de los aspirantes a formar gobierno para sentarse a negociar y llegar a acuerdos.
Debido a los resultados del 26J ha llegado la hora de los estrategas Clic para tuitearPara ello, los políticos deberán liberarse de opiniones subjetivas para perseguir unos objetivos comunes que consigan llevar a cabo las reformas necesarias en nuestro país.
Por supuesto el marketing aportará su granito de arena en todos los mensajes que los diferentes partidos políticos lancen no solo a sus seguidores, sino para con su imagen al exterior.