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Los tokens no fungibles (NFT) son activos digitales que no solo pueden emplearse en para obras artísticas.
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Grandes empresas están apostando por su implementación para fines internos.
Los tokens no fungibles (NFT) son activos digitales que sirven para representar objetos únicos o de un número limitado. Estos objetos digitales representan, para bien y para mal, la actualidad actual de la tecnología Blockchain en ámbitos de propiedad intelectual y certificación de autorías. Cada vez más empleados, vamos a tratar los grandes usos empresariales para los que se están aplicando.
Cualquier obra de arte es un claro ejemplo de activo fungible que a nivel físico siempre se puede reproducir mediante fotografías e impresiones, sin embargo, siempre existirá una obra original irreproducible.
Cuando se habla de NFT, el primer uso práctico y principal que se destaca es el de cubrir la necesidad de certificar de forma inalterable el documento original y auténtico de un autor. Existiendo multitud de usos que poco a poco se están implementando en las grandes empresas más allá de la búsqueda de autoría digital.
Ejemplos de usos empresariales para los NFTs.
Venta de entradas a eventos
El uso de los NFTs en la venta de derechos de acceso a experiencias físicas cada vez es más habitual. La venta de NFTs para estos fines genera un documento ligado a una única persona que no puede ser alterado ni traspasado. Atribuyendo mayor seguridad a las transacciones y evitando la compra-venta de entradas a terceros.
Un uso que elimina por completo la especulación de estos accesos y proporcionando exclusividad de una manera más sencilla.
Recaudación de fondos para ONG o fundaciones
Gracias a la exclusividad de los NFT, pueden ser un factor incentivador para que, mediante la entrega de insignias y galardones, todos los participantes se sientan orgullosos de realizar donaciones a favor de una causa.
Estas insignias pueden tener, además, beneficios entre otras entidades que colaboren a favor de la causa, ofreciendo, en algunos casos, descuentos o regalos.
Atribuir una mayor propuesta de valor a productos físicos
Los NFTs no necesariamente tienen que representar obras digitales independientes, sino que pueden estar ligadas a productos físicos que aporten un valor añadido y sirva como apoyo a la venta.
Un claro ejemplo de esta práctica puede ser la cesión de coleccionables a modo de audios, vídeos o autógrafos en la compra de entradas, discos de música o ediciones coleccionista de multitud de productos.
Gestiones bancarias descentralizadas
Una faceta característica de los NFT es la implementación de los denominados Smart contracts, grandes sustitutos de las entidades bancarias y que atribuyen una mayor seguridad en cuanto al tratamiento de datos de las transacciones. Que ya no dependen de los gestores para que se lleven a cabo las finanzas.
Logística y recogida de datos fiables en segunda mano
En los tokens no fungibles se puede incluir información de los orígenes de cualquier producto al que se aplique este sistema. Facilitando transparencia en la fabricación, suministro y materiales que han sido empleados para cada artículo.
De igual manera, en el caso del sector automovilístico, todo comprador de vehículos de segunda mano podrá acceder a información de sus anteriores dueños, usos, averías o modificaciones en los vehículos.