-
El modelo educativo actual está en peligro: “la ley del mínimo esfuerzo” y el desarrollo de textos académicos de forma automática puede provocar un cambio en los sistemas de evaluación.
El ChatGPT es una plataforma creada por OpenAI que rápidamente se ha hecho un hueco en miles de sectores. Siendo capaz de conversar, crear y diseñar de forma completamente natural y humana.
Este tipo de IA´s se les conoce como “modelo de lenguaje”, una red neuronal a la que se ha entrenado con grandes volúmenes de texto para que sea capaz de detectar patrones, comenta Robert Clarisó, director del máster universitario de Ingeniería Informática en UOC.
Los logaritmos y protocolos que conforman la red son capaces de resolver muchos tipos de tareas: desde escribir copys para post en redes sociales hasta resumir textos o redactar otros nuevos.
A finales del año pasado, el ChatGPT ya superaba el millón de usuarios, según anunciaba Greg Brockman, presidente y cofundador. Lo que ha puesto patas arriba la forma en la que se puede generar contenidos.
La utilidad de esta herramienta es clara: agiliza, facilita y ayuda a la concepción de miles de obras. Ya sean artísticas, literarias o creativas.
Un uso que puede servir de vía de escape para algunos alumnos que buscarán el camino fácil para realizar sus proyectos o deberes.
Como con la llegada de Wikipedia o de Google, muchos fueron los que se aprovecharon de estas plataformas para sacar provecho de ello y poder dedicar menos tiempo y esfuerzo a cualquiera de sus tareas académicas. Sin embargo, poco a poco se fue viendo las desventajas de emplearlas. Siendo fácil identificar plagios y comprobando que mucha de estas fuentes no eran fiables.
Sobre la base, estas nuevas tecnologías construyen un conocimiento a través de un sistema que predice cómo completar frases, pero no son capaces de razonar y atribuir un pensamiento crítico.
Disponen de multitud de desventajas: el error más común de ChatGPT es lo que denominan “alucinación”, que consiste en incorporar información a una respuesta que sea totalmente inventada. Dicha respuesta será completamente coherente y estará bien redactada pero contendrá información incorrecta.
Mientras que escuelas de Nueva York, han prohibido el uso del ChatGPT a principios de este año, otros expertos no se han sentido tan reticentes con su aparición. El principal impacto de la inteligencia artificial en la educación significará revisar las prácticas anticuadas, pero acabará siendo una oportunidad más para evolucionar en el aprendizaje y sus usos.
