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La cada vez mayor dependencia del mundo digital ha convertido a la ciberdelincuencia en un problema actual.
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Los ciberataques aumentaron un 13% el año pasado.
La ciberdelincuencia se ha convertido en una de las grandes amenazas para las empresas. Pedir dinero para desbloquear equipos, robar información de la competencia o hundir webs para provocar un daño reputacional a la marca son solo algunas de las prácticas más comunes.
La cada vez mayor dependencia del mundo digital de las compañías, hace que nadie quede libre de estos ataques. Es por esto que actualmente la delincuencia en internet resulta una de las principales amenazas a las que se enfrentan no solo las grandes compañías, también las administraciones públicas o los propios ciudadanos de a pie. De hecho, el año pasado los ciberataques aumentaron un 13%, situándose la privacidad como el principal enemigo del consumidor. En concreto, uno de cada tres reconoce haber sufrido algún tipo de ataque cibernético, según datos desprendidos de un estudio de Deloitte.
Ahora la delincuencia en general se ha percatado de que la tecnología es la nueva vía para obtener dinero, y se ha lanzado en masa para comprar y vender información muy lucrativa en un mercado citado como el internet profundo o deepweb.
El Incibe (Instituto Nacional de Ciberseguridad) distingue cinco categorías de malware:
- Virus. Programas capaces de crear copias de sí mismos, diseñados para crear todo tipo de problemas en el ordenador.
- Gusanos. Se replican y propagan a una velocidad mayor que los virus. –
- Spyware. Programas destinados a la recolección de información sobre la actividad del usuario.
- Adware. Programas diseñados para mostrar publicidad al usuario, mostrando mensajes dirigidos y específicos.
- Troyanos. Su propósito es robar credenciales bancarias