Los errores estratégicos de las empresas que no tuvieron la visión necesaria para preparar los cambios que llegaban se están cobrando miles de puestos de trabajo. Hace años, ninguno de los directivos de aerolíneas históricas podía imaginarse que las florecientes low cost pondrían en peligro su negocio. Hasta que los cambios del sector se han impuesto.
Iberia encara una durísima restructuración de personal que estima en unos 4.500 despidos y espera redoblar su ofensiva comercial y un rediseño de sus aviones. Aena prescinde de 1.600 empleados. Ambas pagan errores del pasado por su falta de previsión y, sobre todo, de adaptación al nuevo mercado.
En marketing, como no nos cansamos de repetir, adaptar es una palabra clave. La falta de innovación y no cambiar con los tiempos siempre tiene consecuencias. Hoy uno de cada tres vuelos que se toma en España es de bajo coste, por lo que los datos indican que el mercado ha confiado en ellas, debido principalmente a su agresiva estrategia de precio. El éxito de los vuelos low cost ha cambiado el modelo aéreo, con sus pros y contras, y ahora muchas compañías tendrán que adaptarse con dolorosas medidas.