
-
El silencio está ganando terreno en el sector del marketing y la comunicación, demostrando que, en ocasiones, menos es más.
En un momento en el que las marcas compiten de forma atroz por captar la atención del consumidor con campañas llamativas, anuncios invasivos y estrategias virales, algunas compañías han decidido tomar un camino radicalmente diferente: la estrategia del silencio publicitario.
Cuando la ausencia genera deseo
La psicología del consumidor ha demostrado que lo exclusivo y difícil de conseguir se vuelve más deseado. Bajo esta premisa, algunas marcas han eliminado su presencia en redes sociales, han dejado de invertir en publicidad e incluso han restringido la disponibilidad de sus productos. Este enfoque crea una sensación de misterio y exclusividad que despierta el interés de los consumidores de manera natural, sin necesidad de estrategias invasivas.
Un ejemplo notable es Brioni, casa italiana fundada en 1945, reconocida por sus trajes de alta calidad que han vestido a figuras como presidentes y actores de renombre, incluyendo a varios intérpretes de James Bond. Sin una presencia publicitaria ostentosa, Brioni ha cimentado su prestigio en la excelencia de sus productos y en una clientela fiel que valora la discreción y la elegancia.
Otro caso es Supreme, la conocida marca estadounidense de ropa y accesorios de lujo, que ha basado su éxito en la escasez y en la ausencia de campañas publicitarias tradicionales. Sus lanzamientos limitados y la desaparición de promoción directa han convertido cada nuevo producto en un objeto de deseo para los seguidores de la marca.
¿Por qué funciona la estrategia del silencio publicitario?
El anti-marketing no es una simple ausencia de comunicación, sino una estrategia bien calculada que se apoya en varios factores clave:
- Exclusividad y diferenciación: lo difícil de conseguir se percibe como más valioso.
- Boca a boca: los clientes se convierten en los principales promotores de la marca.
- Menos dependencia de los algoritmos: al no estar sujetos a cambios en plataformas digitales, estas marcas no dependen de la viralidad.
- Construcción de un aura de prestigio: la falta de promoción directa refuerza la idea de que la calidad del producto habla por sí sola.
¿Es una estrategia para todas las marcas?
A pesar de sus ventajas, la estrategia del silencio publicitario no es adecuada para todas las empresas. Requiere que el producto o servicio sea lo suficientemente atractivo y diferenciado como para generar conversación por sí mismo. Además, funciona mejor en sectores de lujo, moda y tecnología, donde la exclusividad es un factor clave de compra.
En definitiva, en una era de sobrecarga informativa, quizás la mejor forma de destacar sea no hacer nada. Pero, como en toda estrategia, el silencio también debe ser planificado con precisión.