Pedimos a gritos ser competitivos mientras la España rural agoniza. En un país como el nuestro donde la agricultura es uno de los principales motores económicos, la crisis que estamos viviendo puede causar verdaderos estragos. La revitalización económica de este sector es una realidad imperiosa que cada vez se aleja más en el tiempo y los medios, revalidando al campo como el gran olvidado que es.
Es curioso reseñar cómo, a pesar de todo, las nuevas tecnologías también tienen su protagonismo en este sector. Ejemplos claros los tenemos en la robotización, en las cadenas de suministros y las últimas movilizaciones por parte de agricultores y ganaderos cortando carreteras y vías principales en muchas comunidades del país. Llamamientos que se realizaron a través de las redes sociales.
Nuestra experiencia profesional nos indica, una vez analizado detalladamente este problema, que con carácter de urgencia hay que actuar en estas áreas de trabajo:
- En primer lugar, al igual que cualquier empresa en la actualidad, el sector agrícola debe saber ponerse en valor, adaptándose al momento tecnológico en el que se encuentra. Así como la necesaria adecuación de los precios teniendo en cuenta el esfuerzo que se hace por la producción del producto en cuestión.
- Para ello, desde RMG y Asociados creemos que es necesario impulsar el equilibrio entre todos los eslabones de la cadena de valor (productores, distribución, industria alimentaria y consumidores) para así poder mejorar la posición negociadora de los agricultores tanto a nivel nacional como internacional.
- Por otro lado, las nuevas tendencias de los mercados también han de ser los ejes de acción que guíen el producto agrícola con éxito. España como país exportador tiene gran importancia, pero ¿cómo alcanzar el máximo cuando ni nosotros mismos somos conscientes de ello?
Hay que impulsar el equilibrio entre todos los eslabones de la cadena de valor (productores, distribución, industria alimentaria y consumidores) para así poder mejorar la posición negociadora de los agricultores tanto a nivel… Clic para tuitear
El sector agroalimentario poco a poco ha conseguido introducirse en este mundo de las nuevas tecnologías. Este hecho lo ha modernizado y ha permitido que entre en contacto con la revolución de la innovación.
Más allá de las innovaciones llevadas a cabo en la producción, control de plagas, distribución y trazabilidad de los alimentos que las tecnologías disruptivas han permitido realizar, en el área del marketing y la comercialización también podemos destacar diferentes avances con el objetivo de vender más y mejor llegando a un consumidor cada vez más especialista y especializado.
La Inteligencia Artificial, junto con Big Data, nos permite gestionar de forma más rápida y efectiva grandes volúmenes de información gracias al poder de procesamiento en la toma de decisiones. Mediante la IA una empresa productora de cítricos o miel puede cruzar, por ejemplo, los casos de gripe aparecidos en la última semana con los datos meteorológicos de los próximos días, prediciendo el aumento de casos, y lanzar una campaña al mercado de consumo de cítricos, miel, o jalea.
También nos puede ayudar a anticipar el aumento del consumo de nuestros productos al cruzar información sobre próximos eventos y nivel de reservas hoteleras en nuestra ciudad, de tal forma que nos permita gestionar nuestro stock y ventas de forma anticipada.
¿Y si además somos capaces de cruzar la información poblacional (edad, género, localidades…) de nuestra región o ubicación, con nuestros productos para crear una demanda estacional? Por ejemplo, si en verano vemos que en nuestra región aumenta exponencialmente la visita de turistas, podemos determinar la tipología del mismo y adaptar nuestra oferta a dicha demanda estacional y los gustos propios de cada cliente. De tal forma que podríamos ofrecer diferentes productos finales de nuestra materia prima según la tipología del turista y la estación del año. Podemos ofrecer miel con limón en otoño e invierno, miel con nueces y nata en verano…
Toda esta información, y las tecnologías a nuestro alcance, nos abren un abanico de posibilidades casi infinitas para poner en marcha desde nuestro lado más creativo de innovación, dirección estratégica, marketing y comercialización.
¿Se imaginan poder disfrutar de una comida lista para consumir en su casa sólo con realizar un pedido a través de su smartphone? ¿Sí, verdad? Seguro que más de uno lo ha hecho alguna vez. Pero ¿se imaginan poder introducir nuestros datos médicos, o una muestra de sangre y que la comida que te llega a casa esté compuesta por alimentos y productos que te ayudan a mejorar tu estado de salud?
Suena a ciencia-ficción pero ¿saben que Google ha recolectado ya datos médicos de decenas de millones de estadounidenses durante 2019 para, según el gigante tecnológico, “mejorar los resultados, reducir los costos y salvar vidas”? Entre estos datos figuran diagnósticos médicos, resultados de pruebas en laboratorios y registros de hospitalización, lo que equivale a un historial médico completo.
No estamos tan lejos de poder contar con comida a la carta… según nuestro estado de salud en un momento determinado.
Pero hasta entonces, las empresas agrarias pueden y deben ayudar a las tecnologías emergentes para anticiparnos a las demandas de nuestros clientes y consumidores sin tener que asumir riesgos de stock ni grandes inversiones.
Luis Tramón Noheda
Head of Digital Business
www.rmg.es