El notable aumento de las exportaciones de nuestras pymes indica que algo está cambiando. Muchos empresarios españoles saben que para aumentar la competitividad de su empresa, y en definitiva de España, hay que internacionalizar su producto, su marca y tienen qeu hacer las cosas mejor. La balanza de comercio exterior está cerca de estar equilibrada.
Recientemente, El Secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, ha asegurado que los datos de la balanza comercial del mes de mayo estarán próximos al equilibrio, gracias a las exportaciones que podrían seguir creciendo por encima del 7%. El déficit comercial del sector exterior hasta mayor de 2013 se redujo el 59,4% entre enero y abril de este año respecto al mismo periodo de 2012, ya alcanzó los 5.690 millones de euros.
El secretario de Estado ha cifrado en unos 230.000 millones de euros el valor de las exportaciones españolas y explicó que España está a la cabeza de Europa en estos momentos de crecimiento, muy por delante de países como Alemania, Francia, Reino Unido o Italia.
Tras ver estos datos, parece claro que internacionalización y competitividad son dos términos intrínsecamente relacionados: la competitividad es una condición sine qua non para la internacionalización; y, a su vez, la internacionalización implica competitividad, pues toda empresa globalizada de forma sostenible es por definición competitiva, tanto nacional como internacionalmente.
Las empresas españolas han de convencerse de que la única forma de aprovechar las distintas oportunidades que ofrece el sector exterior es siendo competitivas en todas las fases de la internacionalización: exportación, alianza estratégica, inversión directa y multinacional.
Son muchas las empresas que han entendido esta lógica y hoy os traemos el ejemplo de una empresa del sector de la tecnología musical y conexionado, llamada Pínanson, una empresa de Guadalajara que hace bastantes años detectó la necesidad de vender fuera de nuestras fronteras y en la actualidad comercia en más de 35 países repartidos por toda Europa y América.
Esta tendencia al equilibrio entre el mercado interior y exterior, cuando no la preponderancia del externo de manera determinante, es una tendencia necesaria para competir en estos tiempos en los que el mercado nacional presenta menos oportunidades. Por ello, felicitamos a tantas pymes de este país que ven el mercado exterior como la perfecta salida para sus productos.