Made in Slow: moda en lana merina que va a cambiar el mundo

FLORENCIA CIGANDA.-  Made in Slow es un claro ejemplo de que el sector de la moda no es incompatible con las ganas de cambiar el mundo. Alberto Díaz es el fundador de esta iniciativa que impulsa la trashumancia española, transformando esta centenaria forma de vida Alberto Díaz el creador de la marca de moda sostenible Made in Slowen prendas e hilaturas de moda. Todas ellas, confeccionadas con lana merina. Tras años fabricando para firmas como Inditex, Carolina Herrera o Desigual, ha decidido volcarse en este proyecto basado en potenciar el mundo rural.

Díaz cuenta como todo empezó por casualidad y gracias a su amor por el cine. Tras colaborar con unos amigos en un cortometraje sobre la trashumancia descubrió la situación en la que se encontraba la profesión. “Un mercado sin escrúpulos donde casi el 99% de nuestra lana se exportaba para que le dieran valor en otros países. Los beneficios eran mínimos y cada vez había menos ganaderos trashumantes, se estaban perdiendo 800 años de cultura y toda la biodiversidad que envuelve esta práctica”, comenta. Al conocer este problema su empresa decide que deben hacer algo, y es así como nace Made in Slow.

Todos sus productos llevan un código QR que permite conocer el proceso de elaboración Clic para tuitear

Observan la calidad de la lana y se dan cuenta de que es excelente, aunque a pesar de ello la raza merina española ha estado a punto de extinguirse. “Lo primero que hacemos es sondear el mercado. Hicimos unos prototipos de hilados y fuimos a la Pitti Fillati en Florencia, que es la feria de fibras textiles más importante. Ahí vimos que el mercado está muy interesado, sobre todo en la transparencia, la trazabilidad y la gran cultura que hay alrededor”, anota Díaz. Todos sus productos llevan un código QR que permite conocer el proceso de elaboración, quiénes lo han fabricado y el entorno que lo envuelve. A partir de ahí empiezan a comercializar la lana con grandes firmas  y descubren que lo que quieren son las prendas ya hechas.Los diseños de moda de Made in Slow elaborados con lana merina.

Una fabricación destinada a potenciar zonas rurales

“Nosotros lo que hacemos es comprar la lana directamente al ganadero trashumante, la clasificamos en Badajoz, de ahí la lavamos y peinamos en Béjar, y hacemos los hilados en Cataluña”, explica Díaz. Para la elaboración de prendas se han creado cooperativas de tejedoras y todo el proceso de fabricación está centrado en potenciar zonas desfavorecidas y regenerar el tejido empresarial rural.

Su intención no es quedarse ahí, sino que una vez estén encauzados en el sector textil, poder pagar más por la lana e intentar consumir el máximo número de kilos para llegar a todos los ganaderos posibles. Con esto pretenden dar impulso a la profesión, que sea rentable para el que ya lo practica y que se unan más personas, porque realmente suponga un beneficio económico.

Las Hidalgas: la hija de Made in Slow

Una vez abierto el mundo de la moda, y habiendo desfilado bajo el paraguas de grandes firmas en pasarelas como Madrid o Paris, crean una marca propia: Las Hidalgas. Empezaron en septiembre de 2017 y actualmente están en unas 60 tiendas. Venden desde el ovillo para que te puedas hacer tu propia ropa, hasta un kit que contiene patrones, o la prenda ya fabricada.

Con Las Hidalgas dan otro gran salto, se dan cuenta de que en España no se fabrican las agujas que necesitan y que las del resto de Europa son de plástico o de hierro. Ante esta dificultad nace Forest by Made in Slow. Bajo este nombre lanzan una iniciativa con la que producir agujas de forma tradicional. A partir de la poda de bosques que están en peligro de incendio, y recuperando a las artesanas del torno, hacen agujas de forma manual.

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Mercado concienciado, la clave del éxito

Como cuenta el fundador de Made in Slow, sus clientes son un público concienciado que busca un producto diferente. “No compran solo lana, sino que compran una historia, compran alma. Nosotros creemos en un mercado concienciado, en un mercado que está cambiando. Creemos que en un futuro quedará el ‘low cost’, pero habrá una fuerte demanda de estos productos con identidad, con trazabilidad. Hoy en día manejamos mucha información y el comprador ya no se conforma con lo que le cuentan, quiere saber realmente  de dónde viene el producto. Nosotros garantizamos transparencia y que se está haciendo de forma ética”.

El perfil de quienes apuestan por esta firma es el de un consumidor medio alto, que se preocupa por la calidad, Y con los diseñadores que eligen la marca pasa lo mismo: lo que quieren es diferenciación.

Diseño elaborado con lana merina de la plataforma Made in slowAl hablar del éxito de Made in Slow, Díaz señala que “la clave es nuestra cultura, que no la valoramos, y buscar el momento”. “El mercado está cambiando y eso es una oportunidad. La industria de la moda es una de las que más contamina y ya las grandes firmas de manera muy débil lanzan colecciones recicladas y sostenibles. El mundo se tiene que concienciar, sino nos lo cargaremos todo”, indica.

La clave del éxito es nuestra cultura y buscar el momento Clic para tuitear

De cara a los próximos meses tienen muchas novedades preparadas, el ecommerce lashidalgas.com que empezará en septiembre, el lanzamiento a finales de año de Las Hidalgas Home, la comercialización de otro tipo de tejido con el que entrarán en el sector de los abrigos, y algunos otros secretos que irán revelando. Pero sin duda, su gran reto es cambiar el mundo. “Nacemos por la trashumancia, pero no queremos quedarnos ahí ni solo en España. Queremos llegar a más sitios y conseguir que la riqueza se quede donde se genera. Creemos que dándole una vuelta a los productos, se pueden cambiar muchas cosas. Nos queda mucho por hacer, el horizonte es inmenso”, apunta.