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Vender a través de las emociones
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Ikea, Starbucks y Coca Cola ya lo hacen
Seguro que has oído hablar del marketing experiencial, de conquistar al cliente con sus emociones. Nos encontramos en un momento en el que el consumidor puede obtener aquello que desee a golpe de clic.
Diferenciarse de la competencia cada vez es más complicado y las marcas buscan aportar ese valor añadido que haga decantarse por su servicio o su producto en la compra. Es aquí donde entran las experiencias.
Las firmas ya no venden solo productos, venden emociones. Los clientes ya no solo buscan satisfacer una necesidad, quieren más, sentirse especiales. El público al que nos dirigimos busca, compara y se informa.
¿Qué es el marketing experiencial?
Este ámbito del marketing, también conocido como marketing emocional, marketing sensorial, o experiential marketing, entre otros, busca establecer una conexión con el consumidor a través de las sensaciones.
En las estrategias de marketing experiencial se emplean vivencias de los usuarios que generen emociones positivas para crear esa unión. Van más allá de mostrar la marca, quieren que perciban impresione con ella. Las relaciones que se establecen con este tipo de acciones son más sólidas que con la publicidad convencional, aunque también es más difícil construirlas.
Esto no quiere decir que porque se empleen este tipo de actividades el resultado vaya a ser siempre exitosos, hay muchos otros factores que influyen en el proceso de compra. La atención al cliente, el packaging, la logística o el servicio, son algunos ejemplos.
Lo que sí es demostrable es que con el marketing experiencial se consigue una comunicación personal y se genera un mayor compromiso. Se centra en el individuo y en la estimulación de los sentidos.
Escuchar al cliente: para poder conocer a tus consumidores es muy importante practicar una escucha activa, saber qué es lo que les gusta.
Comunicación bidireccional: establece un diálogo con tu audiencia, la cercanía genera confianza.
Ejemplos de marketing experiencial
Coca Cola
La famosa marca de refrescos ha logrado convertir la felicidad en su mensaje, sus anuncios publicitarios, así como todas sus estrategias van dirigidas a provocar emociones positivas en el consumidor.
Un ejemplo de ello fue su campaña “el cajero de la felicidad”, en ella ofrecían a través de un cajero electrónico dinero a cambio de buenas acciones. Fomentaban una experiencia distinta para el usuario que compartía con su entorno la vivencia.Coca Cola logró conectar con los afortunados que pudieron disfrutar de la acción.
Starbucks
¿Quién va a Starbucks sólo a tomar café? La firma ha conseguido convertir un producto tan cotidiano como el café en un artículo aspiracional. Un usuario de Satarbucks busca asociarse con los valores que la marca desprende, se considera moderno y desenfadado.
Cada local de la cadena es un ejemplo de marketing experiencial, la decoración, la presentación de los productos o el packaging, suponen una experiencia para el cliente.
Ikea
La compañía sueca ya nos tiene acostumbrados a sus innovaciones a la hora de relacionarse con los clientes. Para celebrar la apertura de nueva tienda en Japón decoraron los vagones de un metro con mobiliario y accesorios de su stock.
Crearon ambientes coloridos que permitían a los usuarios disfrutar de sus artículos sin tener que acudir a su tienda.