A principios del año pasado se aprobaba la Agenda Digital para España, estrategia para desarrollar la economía y la sociedad digital en nuestro país entre los años 2013 y 2015. El objetivo principal de dicha agenda era incentivar la utilización de las tecnologías de la información entre las pymes.
Sin embargo, a punto de comenzar el 2015, los datos obtenidos están muy lejos de cumplir los objetivos. Tan solo el 28% de pymes tiene web propia, cuando el objetivo fijado para el 2015 fue del 55%. Hay sectores en los que hay buena penetración tecnológica, como el hotelero o el tecnológico, pero hay otros en los que todavía queda mucho por hacer.
La CE y la OCDE insisten en avanzar hacia un modelo digital de la economía, pero para ello, las pymes deberán superar una doble barrera. Por un lado, deben de aumentar su disposición a invertir en tecnología y dejar de verlo como un gasto innecesario. Y por otro lado, tienen que adaptar la tecnología a sus necesidades.
La formación es una parte fundamental en dicho avance hacia lo digital, ya que la tecnología avanza demasiado rápido como para que las pymes sin formación sean capaces de entender hacia dónde va el modelo.
Con respecto al comercio electrónico, sigue siendo una asignatura pendiente para mucha pymes de nuestro país. El consumidor del siglo XXI es un consumidor cada vez más digital, que prefiere acudir a la red para realizar compras, de ahí la importancia y el potencial que tiene el e-commerce para las empresas. Pero, ¿hay hueco para las pymes? Desde luego que sí, sin embargo, tener una plataforma propia conlleva muchos costes, sobre todo de logística. La solución más eficiente es integrarse en grandes plataformas, como Amazon o eBay, donde poder comercializar sus productos ahorrándose el proceso logístico.