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La obsolescencia programada es un hecho: limitación intencionada de la vida útil de los productos
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El pasado 1 de enero entró en vigor una nueva reforma de la Ley en defensa del consumidor.
La obsolescencia programada es un término que lleva rondando en el ámbito comercial más de una década. Hace referencia a la limitación intencionada de la vida útil de los productos que nos venden las grandes empresas con el objetivo de aumentar el consumo y la sustitución de estos artículos por otros nuevos.
Vehículos, electrodomésticos, y sobretodo productos tecnológicos son los más comunes en los que se realiza esta mala práctica. Forzando actualizaciones, revisiones y modificaciones que merman nuestros equipos o nos hacen sentir que necesitamos un cambio.
La obsolescencia programada no solo afecta al consumo masivo, sino que genera un impacto medioambiental significativo. Siendo un foco de atención para los gobiernos y grupos ecologistas que tratan de evitar que se generen más residuos tóxicos y electrónicos.
El pasado 1 de enero entró en vigor una nueva reforma de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios. Durante los últimos años, el consumidor disponía de 2 años de garantía legal para cualquier producto que se compre. Con la incorporación de la nueva reforma, se buscará reforzar el consumo sostenible y aumentar la durabilidad de dichos productos. Para ello, se ampliará hasta tres años esta garantía y se aumentará de seis meses a dos años el periodo de la carga de prueba. Es decir, el tiempo que una empresa debe asumir el daño detectado debido a problemas de fabricación. Obligando así a repararlo y dar respuesta a la garantía.
Si el artículo sufre un desperfecto o se avería dentro del periodo de garantía, el cliente podrá tomar la decisión de repararlo, sustituirlo por uno nuevo, quedárselo a cambio de una compensación, o bien, devolverlo recibiendo el importe total.
Esta reforma solo afectará para compras particulares, dejando fuera cualquier compra B2B (Bussines to Bussines) de empresas.
Por otro lado, en caso del mercado de segunda mano, el consumidor tendrá un año de garantía frente a los seis meses que disponía el año pasado.
¿Ampliación de garantía como solución a la Obsolescencia Programada?
Grupos ecologistas y expertos ven estas medidas insuficientes y echan de menos campañas de concienciación que apoyen las nuevas reformas. Sugiriendo asignaturas educativas en los colegios e institutos que sirvan para generar una concienciación mayor. “La inversión en campañas que eduquen en consumo responsable no es suficiente, y más teniendo en cuenta que la inversión en publicidad de estos productos es mucho mayor, añade Benito Muros, presidente de la Fundación Feniss.