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Las Criptomonedas han estado en caída libre durante varios días, generando una gran preocupación en entornos empresariales.
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Empresas especializadas como BlockFi, han despedido cerca de un 20% de su plantilla durante el colapso.
Hace unas semanas, se hizo eco del declive de las criptomonedas, un drama que ha escalado a todos los niveles del sector y ha vuelto a poner en duda la fiabilidad del Blockchain en lo referente a la economía virtual.
El Bitcoin, la principal y más grande de las criptomonedas, ha caído más del 70% respecto a noviembre del año pasado, que estableció el récord de 69.000 dólares. Asimismo, Ether, otra de las grandes monedas virtuales, ha caído, según Coinbase, por debajo de los 1.000 dólares.
Tal y como adelantaba Business Insider, grandes plataformas y marketplaces de intercambio como BlockFi, han despedido cerca de un 20% de su plantilla durante este colapso.
Babel Finance, empresa con sede en Hong Kong, congeló las operaciones debido a “inusuales presiones de liquidez”, confirmando las grandes fluctuaciones que se están experimentando en el mercado de Criptomonedas.
Como cualquier tecnología innovadora y rompedora, su alto crecimiento durante los últimos 10 años ha generado un nivel de expectativas que no han podido verse cumplidas en lo empresarial. Denotando una recesión que abarcará tanto cuestiones económicas y de valor monetario como estructural dentro de aquellas empresas que hayan apostado prematuramente por las criptomonedas como la base de sus negocios.
Desde CNBC, recogen las declaraciones de Ivory Johnson, planificador financiero y fundador de Delancey Walth Management: “Para aquellos interesados en ingresar a las criptomonedas, ahora no es el mejor momento”.
A esto se le suma el desconcierto por parte de las empresas y sus inversores, que podrían reducir su actividad comercial y derivar en más despidos en la búsqueda de combatir riesgos.
El invierno se antecede largo para estos mercados, que tienen que demostrar ahora más que nunca su capacidad de recuperación para que la adaptabilidad de la tecnología incentive su uso en más entornos profesionales y se profundice en mayor medida. Transmitiendo confianza y poniendo en valor otras herramientas como los NFT y los contratos inteligentes.