Se podría definir conjunto de elementos intangibles o inmateriales de la empresa que impliquen valor para ésta, pero su intangibilidad dificulta la tarea de cuantificarlo.
Una de las principales dificultades para valorar el fondo de comercio es la intangibilidad de los activos que lo engrosan.
Según el Plan Central de Contabilidad (PGC), se trata del conjunto de elementos intangibles o inmateriales de la empresa que impliquen valor. Así, estos denominados intangibles, no valorables individualmente, son los que otorgan el valor al fondo de comercio. Éstos son algunos de dichos activos:
Comerciales. Se trata de aspectos como los diseños de rótulos, eslóganes o símbolos, imagen de calidad de los productos o servicios ofrecidos e incluso la posición estratégica de los locales comerciales.
Tecnología. En este epígrafe se enmarcan las destrezas y conocimientos adquiridos por la empresa. ¿Cuánto valdría la formula secreta de Coca Cola?
Clientes. Uno de los principales activos de toda empresa es su cartera de clientes, pero no sólo desde el punto de vista cuantativo, sino también desde el cualitativo: fidelidad de esos clientes, contratos firmados y duración de los mismos, condiciones acordadas, entre otros.
Capital humano. Como es obvio, vale mucho más una empresa ya en marcha y en la que los trabajadores estén formados. Así, la destreza y experiencia de los empleados y directivos es un activo considerable. Y también son valorables los convenios colectivos firmados y la política de recursos humanos de la empresa.
Contratos. Los acuerdos de suministro de los que disponga la empresa pueden aportar un valor añadido interesante si suponen condiciones ventajosas para el aprovisionamiento, tales como los plazos de pago, la confianza establecida entre ambas partes, etc. Por otra parte, si la empresa opera bajo el modelo de franquicia, las condiciones del contrato serán esenciales.
Proceso de datos. Toda empresa maneja una importante cantidad de datos: ya sea en su contabilidad, en sus bases de datos clientes, etc. Esos sistemas de base de datos creadas por la organización (la margen del contenido), así como las licencias de software adquiridas por la compañía son activos que aportan mucho valor.
Otros aspectos. En este apartado se incluye cualquier otro aspecto que pueda contribuir a que la empresa incremente sus ingresos y que desde luego han de ser apreciados. Por ejemplo, una política de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) puede coadyuvar al crecimiento de la compañía, una determinada línea estratégica es capaz de mejorar los resultados…
Fuente: Revista EMPRENDEDORES