Too Good To Go es una plataforma surgida para dar salida a toda esa comida que no se consume en restaurantes, hoteles, supermercados y, en general, en cualquier establecimiento. Surgió hace tres años para dar respuesta a una pregunta que se hacía la sociedad en general: ¿Por qué nadie hace nada para evitar todo el desperdicio de comida?
La compañía ha dado el salto al mercado español hace menos de un año y hemos podido hablar con el country manager en nuestro país, Oriol Reull. El “waste warrior” (como se autodenominan entre los miembros del equipo de Too Good To Go) se muestra sorprendido y optimista por la buena acogida que ha tenido la app entre los establecimientos nacionales, llegando a salvar 200.000 comidas en lo que llevamos de año.
¿Cómo definirías Too Good To Go?
Te voy a decir lo que no es. Too Good To Go no es solo una App, es un movimiento que lucha contra el desperdicio de alimento. Eso se materializa en una aplicación, pero nuestro objetivo va más allá. Nos gusta describirnos como un movimiento. La App, por su parte, conecta tiendas, restaurantes, hoteles y todo tipo de establecimientos que cada día, por el azar de no saber qué van a vender, siempre van a tener un excedente, comida que tienen que tirar. Nosotros ayudamos a dar salida a todo este excedente gracias a un usuario que está dispuesto a adquirir esta comida a un precio más bajo. Y, además, sabiendo que está ayudando al medio ambiente.
¿Cómo lucha Too Good To Go por reducir el desecho de alimentos?
Lo hacemos directamente a través de la App. El impacto directo, te lo digo en cifras: Gracias a los establecimientos que está dentro de la aplicación hemos conseguido salvar mas de 200.000 comidas en España que podrían haber acabado en el cubo de la basura. A nivel mundial esta cifra alcanza los 18 000 000 millones.
De forma indirecta, Too Good To Go participa en escuelas y universidades educando sobre el problemas real del desperdicio de alimentos y dando consejos para que el desperdicio se reduzca en los hogares. Tendemos la mano también a los lobbys y a políticos, tanto a nivel nacional y europeo, para encontrar representación publica que evite el desperdicio.
Un ejemplo puntual. Hemos llevado a cabo una campaña sobre la fecha de consumo preferente, la cual la gente no entiende realmente y es la causante de mucho desperdicio.
Hay supermercados, como Mercadona, que no donan la comida que no han vendido, porque “no dan lo que otros no quieren”. Vuestro mensaje es totalmente distinto ¿Cómo os enfrentáis a estas situaciones?
Mercado colabora con muchos bancos de alimentos a día de hoy, con los cuales da salida a ese excedente. Pero hay que entender que el usuario de Too Good To Go no va a recibir el alimento que otro no quiere. No funciona así la app. Los productos de Too Good To Go no son de segundas. Nuestros productos son de primera calidad.
En los supermercados tiene políticas muy complejas y estrictas de desperdicio y cuando se queda excedente en los lineales, lo tienen que retirar, aun cuando quedan cuatro días para que venzan. Este producto que se retira del supermercado es de primera calidad, y se merece una segunda oportunidad. Trabajamos con Carrefour a nivel mundial, con Alcampo, Lidl, Aldi, etc. En España aun somos jóvenes, llevamos cosa de un año, y sabemos que la implementación lleva su tiempo.
¿Es una aplicación para personas con pocos recursos o tiene un abanico más amplio de usuarios? ¿Cuál sería el perfil de vuestro target?
Para nada. Nuestro target son principalmente mujeres entre 20 y 40 años activas en redes sociales, concienciadas con el medio ambiente y que compran cerca de su casa o lugar de trabajo. Y te digo por qué: al final en Too Good To Go no compras un producto en concreto, lo que recibes es un ‘pack sorpresa’. El usuario no sabe exactamente el contenido de lo que va a recibir. Si lo supieras obviamente no sería desperdicio.
Por ejemplo, una panadería pone un pack sorpresa de los productos que ese día le van a sobrar. Ese pack sorpresa tiene un valor de unos 10 euros y el usuario de Too Good To Go lo adquirirá por 3 euros. Este usuario sabe el impacto que esto genera y acepta esa “sorpresa” porque cree en el componente de sostenibilidad.
En España, lo que observamos es que la gente actúa pensando en que, si van a adquirir un producto que está en perfectas condiciones por un precio más bajo y encima ayudan al medio ambiente, les parece fantástico.
¿Cómo pueden los restaurantes y profesionales de la hostelería reducir el malgasto de alimentos para no recurrir a vuestra app?
Siempre decimos que lo ideal sería que no hubiese desperdicio, que no existiese Too Good To Go. Pero la verdad es que, por el modus operandi de los establecimientos, siempre harán un poco más de lo que se va a vender porque hasta la hora de cierre han de tener la vitrina llena. Por lo que, al final, habrá excedentes.
El hecho de que una panadería, por ejemplo, tenga que tener hasta las ocho de la tarde variedad hace que sea impredecible saber si lo vas a vender o no. Con lo cual, Too Good To Go es una solución totalmente necesaria.
¿Cómo empezaron vuestros comienzos? ¿Cómo os disteis a conocer?
Too Good To Go nació en Dinamarca hace tres años. El lanzamiento en España nació hace un año. Nuestra forma de darnos a conocer es, por un lado, contactando con los establecimientos y explicándoles nuestra solución y, por otro, mediante redes sociales y prensa. En concreto, hacemos mucha adquisición a través de Instagram. Nuestro usuario tiende a utilizar esta red social, por lo que optimizamos mucho la gamificación cuando llegamos a España con el lema “la comida no se tira”. Por otro lado, a nivel interno, entre nosotros, nos llamamos “waste warriors” y hemos extendido este nombre a toda la comunidad. Además de esto también está la labor de los propios usuario.
En estos años hemos conseguido 13 millones de usuarios en todas Europa y medio millón en España. Tenemos más de 25.000 establecimiento en Europa y 2.000 sólo en España.
En España sorprende que incluso establecimientos de “toda la vida”, más tradicionales, que nunca habían utilizado una aplicación, hayan visto que Too Good To Go cubre una necesidad. Me sorprende la variedad de partners que hay en España.